
Para los damnificados por los sismos atención transparente y blindada contra la corrupción: Miguel Barbosa Huerta
- La magnitud de los daños es mucho más de lo que han reportado hasta el momento las cifras oficiales.
- Los sismos evidenciaron la corrupción que existe en la construcción de obra pública.
El senador Miguel Barbosa Huerta, vicecoordinador político del grupo parlamentario PT-Morena, demandó que los damnificados por los sismos del mes de septiembre reciban una atención efectiva, solidaria, transparente, blindada en contra de la corrupción, las manipulaciones políticas, los fraudes y la especulación inmobiliaria.
Los afectados por los terremotos del 7 y el 19 de septiembre enfrentan un verdadero “viacrucis”, primero fueron víctimas de la fuerza de la naturaleza y ahora son víctimas de la burocracia, de los abusivos de siempre y de la rapiña, afirmó.
Miguel Barbosa señaló que “el viacrucis de los damnificados” inicia cuando sus municipios o comunidades no forman parte de las regiones reconocidas como zonas de desastre.
Refirió que el drama de los damnificados se presenta en muchas formas y niveles. Los familiares de fallecidos enfrentan una total incertidumbre y desamparo respecto al apoyo que recibirán.
“Parece una burla, trascendió que la indemnización por cada uno de los infantes fallecidos en el colegio Enrique Rébsamen es de 20 mil pesos. El gobierno de la Ciudad de México declaró que cubriría los gastos funerarios de los fallecidos en el sismo, pero no existe claridad sobre otros posibles apoyos”, indicó.
Barbosa Huerta añadió que también viven un “viacrucis” aquellas personas y familias cuyos hogares e inmuebles se derrumbaron o sufrieron daños estructurales, y éstos sólo tienen la posibilidad, no de recuperar su hogar, sino el posible acceso a créditos en instituciones bancarias. “A eso se reducen los programas que hasta ahora se han anunciado, al otorgamiento de créditos.
Sobre el apoyo para renta – comentó el senador Miguel Barbosa – éste se ha cubierto con un manto de opacidad y corrupción, como lo constatan diversas notas periodísticas publicadas respecto a la insensibilidad burocrática y las horas y horas que deben esperar los damnificados, al peregrinar de oficina a oficina los cientos de requisitos que deben presentar.
El abanico de víctimas por los sismos es amplio: las personas fallecidas y lesionadas; los familiares de fallecidos y lesionados; los propietarios y habitantes de inmuebles, comercios y establecimientos que hayan sido afectados con derrumbe total, parcial, hundimiento, inclinación, daños estructurales, no estructurales, en instalaciones, grietas o deslizamientos.
Además, los propietarios de empresas, comercios y establecimientos de las zonas afectadas; los trabajadores formales e informales, eventuales y permanentes cuyas fuentes de ingreso hayan sido afectadas por los sismos; los habitantes y pobladores de las zonas y colonias dañadas.
Tras los sismos el gobierno federal y los gobiernos estatales quedaron rebasados por la tragedia. La magnitud de los daños es mucho más de lo que han reportado hasta el momento las cifras oficiales, esto sin contar el drama humano que representa la pérdida de un familiar, de un hogar o de una fuente de trabajo, indicó.
“Estoy seguro porque he recorrido las zonas devastadas de Puebla y conozco de primera mano lo que ocurre en la Ciudad de México, Morelos, Oaxaca y Chiapas. Las zonas devastadas incluyen muchos más municipios de los que reconoce la declaratoria oficial. Hablo de cientos de hospitales y templos dañados; quizá de miles de escuelas fracturadas, de polideportivos, auditorios y mercados”, dijo.
Agregó que los sismos evidenciaron la corrupción que existe en la construcción de obra pública, y lo más grave es que las inspecciones se realizan de manera ocular y no existe un peritaje técnico para determinar si escuelas u hogares son o no habitables.
El senador Miguel Barbosa señaló que a pesar de la respuesta ciudadana para hacer frente a la tragedia, las autoridades no han puesto en marcha un plan integral de reconstrucción.
“Un aspecto preocupante no es sólo el comportamiento de la burocracia, sino que la entrega de recursos se ha hecho a los gobernadores y éstos a su vez han designado como responsables de la reconstrucción a empresas que han sido favorecidas durante sus administraciones, como es el caso del Estado de Morelos”, denunció.
Aseguró que la respuesta solidaria de la sociedad rebasó a los gobiernos en los sismos, “es importante que la movilización y la solidaridad social continúen, que las instituciones del Estado sean garantes de la reconstrucción, sólo así los damnificados dejarán de padecer un viacrucis y recibir el apoyo que merecen”, subrayó.
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